martes, 3 de marzo de 2015

PELOTILLEHUE en la Alta Dirección del Imarpe


Corrían los primeros días de mayo del 2012.  En el Imarpe, muchos científicos propalaban a viva voz su pronta inmigración al extranjero ante el inminente triunfo del hoy presidente Ollanta Humala, antaño Comandante Carlos.  Uno de estos vociferantes era una bióloga llamada Carla Aguilar Samanamud, quien formó parte de un grupo de profesionales que Renato Guevara Carrasco, en aquella época Director Científico, incorporó al Imarpe, provenientes de la Universidad de Concepción, en Chile. Carla Aguilar Samanamud y Dimitri Gutiérrez Aguilar (actual Director de Oceanografía) fueron dos de los pelotillehuenses que pasaron a engrosar las filas del personal científico  en el edificio de la sede central de la institución en Chucuito.

En el año 2012, luego de la razzia en contra de los científicos que colaboraron inicialmente en la gestión pesquera del presente gobierno, la señorita Carla Aguilar Samanamud, es nombrada Directora de Investigaciones en Acuicultura.  Su primera acción, a sugerencia de sus colegas venidos de Pelotillehue, fue recurrir a un despido masivo de científicos que trabajaban en el Centro de Investigaciones Acuícolas Alexander von Humboldt, pionero en los estudios acuícolas en el país. Las razones técnicas de esta decisión no se conocieron, pero era sabido en Imarpe que los que habían sido traídos de Chile por Renato Guevara (alias “El Violador de Imarpe”) pretendían colocar en puestos estratégicos a gente allegada, provenientes de la Universidad de Concepción, amén de las broncas personales de Carla Aguilar contra todo aquél que le hiciera sombra profesional.  Huelga decir que este despido masivo contó con el apoyo expreso del Director Ejecutivo Científico recientemente defenestrado, Andrés Chipollini y el sempiterno Presidente de Imarpe, Germán Vásquez-Solís, padrino putativo de Carla Aguilar. 

La segunda acción de la Aguilar, como flamante directora de Acuicultura en el Imarpe, fue cambiar de régimen laboral, de Contratada administrativa de Servicios (CAS) al régimen laboral 728 de manera poco ética, haciendo extensivo este nombramiento a su comadre, la Ing. Pesquera Lili Carrera Santos, además de otorgar un sinfín de gollerías y privilegios al marido de Carrera, el técnico electricista Cristian Santos, quien medra a vista y paciencia de todo el Imarpe. Este proceso amañado fue  denunciado ante Contraloría, ya que como se sabe dentro de la institución, tanto Aguilar como Carrera, cumplieron a pie juntillas con los requisitos que ellas mismas formularon para la convocatoria, a fin de que se ajustaran a sus hojas de vida. Para ello pasaron a retiro a la Dra. Guadalupe Sánchez, a fin de liberar su plaza de director de carrera. La plaza fue eliminada y el dinero repartido para habilitar presupuestalmente dos plazas de profesionales I y II, para ella y su compinche Lili Carrera.  La Aguilar como directora de Acuicultura, en clara situación de poder no debía, por ética, postular a esa plaza y Lili Carrera, menos aún por decencia, al ser allegada y protegida de la Aguilar, jefa del Área funcional de Investigaciones en Acuicultura.


El papel de Carla Aguilar en la Dirección General de Acuicultura

Mientras el Perú presume de una raquítica acuicultura sustentada en tres especies (trucha, langostino y concha de abanico) y mientras la harina elaborada con anchoveta es exportada casi en su totalidad a la China, cuya actividad acuícola ha crecido a niveles de más de 40 millones de toneladas anuales, frente a las 600,000 producidas por Chile, 300,000 por Ecuador y 150,000 toneladas del Perú, gracias al esfuerzo de algunas comunidades andinas y  pequeños empresarios, en los entes burocráticos estatales (Dirección Nacional de Acuicultura, Fondepes y la DGIA del Imarpe) que tienen que ver con la acuicultura, algo se pudre ante la ignorancia de las mayorías.

La Dirección General de Acuicultura, dirigida hasta la semana pasada por Carla Aguilar (la misma del inexistente biocombustible de microalgas con que engatusó al FINCYT y que ahora percibe un jugoso sueldo de  10 mil soles) es uno de estos casos.  La Aguilar y su equipo de chicos con habilidades especiales, encabezados por los esposos Lili Carrera Santos y Cristian Santos, a octubre del 2013 apenas logró ejecutar un gasto del 19% de un total de S/. 7’382 887, lo que equivale a S/. 1’402,748.53 (en 10 meses). Increíblemente, de la noche a la mañana, al 30 diciembre,  logran ejecutar un gasto de S/. 4 millones.  Es decir, lo que no pudieron gestionar en 10 meses lo hicieron en 2, con la misma rapidez con que en todo Imarpe se ejecutó el gasto empozado a fin de año. ¿Quiénes se han beneficiado con este gasto vertiginoso de dinero del Estado? En el 2014, la ejecución del gasto es todavía más escandalosa (consultorías amañadas, compra de equipos inútiles, viajes indebidos, etc.) y como siempre, Imarpe oculta esta información, que debe ser pública y transparente.


Los despedidos del Imarpe

En los predios del Poder Judicial del Callao es conocido que todo juicio laboral que tiene el Imarpe, es causa perdida.  Del grupo de científicos despedidos injustamente por Carla Aguilar en el 2012, por lo menos un 80% tiene ya sus resoluciones de retorno a la Institución, además del pago de sus beneficios sociales, costos y costas e incluso algunos, porque así lo han querido, han logrado su retorno, pero con nombramiento, como profesionales en cargos dentro del CAP.  Actualmente el Imarpe tiene más de 100 casos de profesionales despedidos que no sólo están retornando a la Institución, sino que además regresan nombrados.

El Primísimo de Nadine Heredia en Acuicultura

A inicios del 2013, entre gallos y medianoche, fue contratado en la Dirección de Acuicultura dirigida por Carla Aguilar, un individuo plomizo llamado Mikelo Heredia Díaz, proveniente de la OEFA, de la cual había sido eyectado con cierto escandalete, pues fue Director Ejecutivo.  Mikelo es biólogo, tiene estudios en Holanda en georreferenciación o algo parecido, pero su conocimiento en Acuicultura, Pesquería o cualquier otro asunto ligado al mar, ríos, lagos o lagunas es absolutamente nulo.  Con estas credenciales fue contratado Mikelo Heredia, previa llamada de la presidenta en ejercicio, Nadine Heredia, a su entrañable semi-paisano Germán Vásquez-Solís, Presidente de Imarpe. Mikelo percibe un sueldo de 6000 soles mensuales y se desempeña actualmente como Asesor de Acuicultura, aunque los únicos peces que conoce son los que ha visto en la olla, tal como también lo afirmó públicamente a mediados del 2011, el Presidente de Imarpe, quien procede del arma de artillería y quien de mar, aguas continentales, pesca y acuicultura sabe tanto como de uraloaltaico, ignorancia que se ve reflejada en las escasas entrevistas a las que accede para explicar titubeante lo poco que ha logrado aprender gracias a Marco Espino, Renato Guevara, Andrés Chipollini, Marceliano Segura, Dimitri Gutiérrez, Marilú Bouchón y tantos otros que han logrado escalar profesionalmente en el tristemente célebre Imarpe.

Asimismo, es de interés público mencionar que el sobrino del congresista Víctor Isla Rojas forma parte de la abultada planilla de la Dirección General de Acuicultura de Imarpe. La ex fujimontesinista a ultranza Carla Aguilar, cual camaleón ha cambiado sus colores para ser una servil del presente gobierno, vendiendo su alma al otrora ángel bello para priorizar su ganancia económica por encima de los intereses nacionales en materia de investigación.  El presidente de Imarpe y ella resultan así un símil del Tiñoso y el Canijo (ver Érase una vez el Hombre).


El papel de Andrés Chipollini: Informes grotescos y vergonzosos

En las oficinas y pasillos de Imarpe era cosa cantada que Andrés Chipollini sería echado en cualquier momento.  Su brutalidad había superado a su zalamería ante los altos funcionarios de Produce y los oligarcas de la SNP, de tal manera que habían decidido prescindir de sus acomedidos servicios.  La gota que colmó el vaso fue la eyección de un grotesco informe (“Situación actual del stock norte-centro de la anchoveta peruana y recomendaciones de manejo para el periodo octubre 2014 – marzo 2015”), el cual sería digno de cualquier servicial lustrabotas.  Veamos qué dice este Informe:

1. Exonera a la flota pesquera y al Estado de toda responsabilidad en la disminución del stock norte centro al afirmar con toda precisión en dos momentos del documento que no es atribuible a sobre explotación. 

2. Culpa a las condiciones ambientales anómalas; pero es bien sabido que hace tiempo existen informes y corrientes de opinión mundiales respecto a los efectos del cambio climático y la acidificación de los océanos sobre la pesca. ¿Se tomaron algunas medidas precautorias o de previsión tanto por parte del Estado como de la Industria para mitigar los impactos del cambio climático y de la acidificación de los océanos? ¿Podemos afirmar que lo ocurrido con la anchoveta, además del efecto de las ondas Kelvin no tiene relación con el cambio climático y la acidificación de los océanos? Porque el informe expresa que la productividad del mar peruano ha disminuido; pero no dice por qué razones ni tampoco si esto era previsible con una orientación adecuada de la investigación científica en los últimos años, que concluya en adecuadas recomendaciones y sugerencias tanto al Estado para efectos regulatorios, como a la industria para que evalúen cambios en sus modelos de negocio.  Señor (sic) Chipollini: esa es la consecuencia de creerle todo a Angelito Perea y a su manchita de resentidas acerca de las hueveras de anchoveta, esa es la consecuencia de creerle todo a los pongos que salen en los cruceros.

3. ¿Cuál es la situación del stock sur y qué va a pasar con las medidas regulatorias vigentes sobre la extracción en dicha área de nuestro dominio marítimo?

Más allá de culpas, responsabilidades y omisiones, la realidad es que ante una biomasa tan pobre de anchoveta, lo más probable es que no haya cuota de captura para la temporada que viene. A menos que aparezca un nuevo informe que contradiga al actual y muestre que la biomasa de anchoveta creció.  ¿Cómo quedaría entonces Imarpe?  No sería la primera vez que, como Cantinflas, se desdiga y se baraje en la consistenciación de datos, pretenda echarle el pato a algún digitador bisoño y un largo etcétera. Luego de la eyección de este informe científico (sic) la suerte de Chipollini estaba cantada.


El nombramiento de Carla Aguilar como DEC

En lo que va del gobierno del epónimo ayacuchano Ollanta Humala, o sea desde hace tres años, por el Imarpe han pasado tres Directores Ejecutivos-Científicos, cosa que no extrañaría, ya que hubo igual o mayor  número de ministros.  Lo extraño y sospechoso es que durante todo este tiempo ha sido el mismo marino (alias “El Almirante”) el que ha permanecido como Presidente del Directorio. La pregunta que cae de madura es, ¿Y por qué? ¿Acaso es imprescindible su permanencia en un puesto  que inicialmente era solo figurativo y que ahora se ha vuelto autócratico? ¿Cuál es el interés de este individuo en permanecer en una institución ajena a su formación de artillero de la marina? ¿Ollanta le debe algo, le debe algo Vásquez a Humala? Esto crea muchas suspicacias. Una de ellas es que la INFORMACIÓN PRIVILEGIADA que maneja esta Institución bien puede servir para sus amigotes, dueños de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), o para la siniestra formación que Humala tendría en curso.

Esta realidad es conocida desde la misma formación del Imarpe, allá por la década de los 60, pero el carácter vertical de la institución aparece más marcado en los últimos años. Sin embargo, este gobierno no ha tomado cartas en el asunto para hacer de esta institución un referente científico autónomo en el cual se base la producción pesquera del país, ante lo cual surge otra pregunta, ¿qué ha pasado con todas las especies de peces que habitualmente estaban presentes en nuestro mar? ¿Acaso no es el Imarpe el que a través de sus informes al Ministerio correspondiente fija las cuotas de pesca de todas las especies marinas de importancia económica? Supuestamente con las medidas recomendadas por Imarpe al Ministerio se aseguraba un manejo sostenible de estos recursos.  Entonces, ¿qué pasó con la sardina, jurel, caballa, coco, machete, cachema, merluza, lisa y demás? ¿Acaso Imarpe no hizo su labor? ¿O es que no aguantó la tentación de hincarse ante la SNP? Son varias preguntas que surgen ahora que en el Imarpe doña Nadine ha nombrado una nueva DEC.  Analicemos esta nueva coyuntura.

La magister Carla Aguilar, según su hoja de vida, es una “experta” en el cultivo de microalgas y decimos “experta” porque la única publicación científica que tiene está referida a la microalga Dunaliella salina como parte de su Tesis realizada en Chile.  Ahora que hay un escándalo de traición a la patria, más mediático que otra cosa, y que no por casualidad implica a marinos que durante varios años traficaron con información pesquera y de otra naturaleza al gobierno de Chile, resulta poco menos que suspicaz nombrar a esta “experta” formada en Chile (Aguilar contaría además con residencia chilena) en el cargo ejecutivo de mayor jerarquía en una institución como Imarpe, encargada de decir al Ministerio cuándo, dónde y cuánto pescar, una Institución que registra la información pesquera de nuestros recursos y otras áreas fundamentales para la seguridad nacional.  Como dijimos al principio de este artículo, fue Renato Guevara Carrasco quien se trajo a los Condoritos de Pelotillehue durante su aciaga gestión, confiando en el supuesto alto nivel académico de la Universidad de Concepción. Han pasado varios años y lo que han demostrado los Condoritos es que la de Concepción es un nido de gentes con altos niveles de resentimiento social y con una egolatría a prueba de balas.  Y al parecer Guevara Carrasco tiene predilección por los que salen de aquella guarida académica, pues actualmente tiene contratado al biólogo Ricardo Bandín Llanos, otro malherido procedente de la Universidad de Concepción.

Por otro lado,  ahondando más sobre dicha “experta”, esta nunca ha participado en la actividad pesquera, ni como profesional pesquera ni como aficionada a la pesca con anzuelo, ya que su formación de pre-grado en la Ricardo Palma  está dirigida a la botánica. Alguien por ahí podría decir que no se necesita ser “experta” en pesquería para asumir dicho cargo, ya que como es un puesto de confianza, sólo basta ser confidente de alias “El Almirante” para tener el puesto.

Los más ortodoxos, pensarían que una institución con cierto grado de prestigio dentro de la comunidad científica pesquera, y esto debido a que es la única en el país, porque si hubiera otra este prestigio estaría en entredicho,  una institución con un mínimo de seriedad, no colocaría en un puesto reservado para un científico de carrera a alguien cuyo mayor mérito es ser la “amiguita” de alias “El Almirante”;  así, este nombramiento deja en claro que en un país gobernado por arribistas  y corruptos,  no es de extrañar que estas altas cualidades alcancen las cotas más altas de la intelectualidad científica (sic) del Perú, caso de las mentes brillantes del Imarpe.

Bajo este contexto, ya es hora de una reorganización total de esta institución. Han pasado 50 años y como todo tiene que evolucionar, esta institución también debe hacerlo y tiene que hacerlo dejando de lado a gente que tiene más de 30 años trabajando sin más aporte a la actividad pesquera que el mero registro de datos de temperatura, curvas de productividad pesquera idénticas desde hace 30 años o aquellos que tiene tres generaciones trabajando ahí, incluyendo cada cinco años a sus queridas, hijastras, sobrinos, nietos y hasta cónyuges.  Tal como sugirió un lúcido biólogo acuicultor a inicios de este gobierno: el Imarpe debería ser refundado, su local incendiado y barrido de la faz de la tierra, los responsables de la debacle pesquera condenados a cadena perpetua y la anchoveta y otras especies de importancia para la seguridad alimentaria de la Nación deberían ser declaradas en veda durante tres años, por lo menos.  Sólo así se lograría un cambio real y la ruptura definitiva del status quo en el sector pesquero.

Último minuto: Carla Aguilar y los de Pelotillehue, presionan duramente para nombrar como Directora de Acuicultura a su compinche Lili Carrera de Santos, una mujer incapaz en el amplio sentido de la palabra. Sin iniciativa, con serios problemas para expresarse verbalmente y por escrito, Carrera no puede exhibir ni un logro durante sus casi 18 años en el Imarpe. Fuera de un 0.01% de sobrevivencia larval en la crianza de lenguados (no 20% como sueñan), su carrera como bióloga acuicultora es un absoluto desastre, si no, que responda qué sucedió con los 1500 lenguaditos que arrojó su marido Cristian Santos al mar de Pisco (¡?) ¿Cuál fue el resultado de ese remedo de repoblamiento con la que engañaron a la ex Ministra  Triveño?  Esta mujer ha tomado ahora las riendas de la Dirección de Acuicultura del Imarpe, ante la mirada estupefacta de gentes polémicas pero eficientes.

Ultimo minuto 2:  La Gran Familia presiona duramente a través de alias El Almirante para colocar en Secretaría General a un individuo joven proveniente de las canteras del fujimontesinismo más reciente, ergo, el humalismo.  Sin Secretaría General, la Gran Familia de la Marina no podría hacer sus grandes negociados.


 -- Pepo (a) Acuicultura Sostenible

1 comentario:

  1. Un caso digno de Corín Tellado es el que ocurrió hace unos años con una bióloga, hermosa pero infeliz, a quien bautizaremos como Geraldine Jeremías. Geraldine tuvo una trayectoria vertiginosa en San Marcos. Presumía siempre de su inteligencia, pero más de su belleza, siempre en entredicho, entre las poco agraciadas chicas de la Facultad de Biología de la Cuatricentenaria. Ella misma se encargó de contar que dejó muchos corazones rotos a su paso por las aulas sanmarquinas, pero ella misma tenía el corazón y la líbido insatisfecha. Cuando llegó a Imarpe, lo hizo arrastrando a un chatito, con quien venía saliendo desde sus épocas de cachimba, más perro fiel que enamorado digno. El chatito, a quien bautizaremos como Goliath Valentino, fue agredido públicamente en el cuarto piso de la institución, cuando la Jeremías descubrió una de las tantas infidelidades de las que era víctima. No contenta con cachetearlo delante de todos los pelágicos, Geraldine se acercó a la tramposa que le disputaba el corazón de su amado y la emprendió a cachetadas contra su rival de amores. Poco tiempo después, Geraldine, juró no confiar nunca más en nada ni nadie a quien le colgase algo entre las piernas y se hizo confidente de la Enana Diabólica. Sin más alternativa que dedicarse al estudio, Geraldine postulaba a becas semanalmente. Hasta que le empezó a ligar y empezó a viajar, ora a Corea, ora a Galicia, ora, a EU, ora a Japón. Pero su corazón solitario reclamaba cariño y su deseada anatomía se consumía en el fuego de sus propios dedos. Fue en uno de estos viajes en que conoció a un GUAPÍSIMO BIÓLOGO CHILENO, como ella misma se encargó de contar a medio mundo en Imarpe, sobre todo a las biólogas que la malquerían y odiaban por su alto nivel de inteligencia, su gran capacidad de trabajo y el sex appeal que derrochaba, pero sobre todo porque ella misma decía que era el clon peruano de Alanis Morrissette, tanto que en su oficina colocaba sus cidís de la canadiense a todo volumen y ella misma gritaba sus canciones, tan fuerte y tan alto que cuando lo hacía, todos huían hacia el primer piso. El biólogo chileno a quien bautizaremos tan solo como Pepe Cortisona fue el elegido por Geraldine Jeremías para vengarse de las sistemáticas infidelidades del chatito Goliath Valentino. Cuando regresó de Japón, su pancita abultada deformaba su hermoso cuerpo de sirena del Amazonas. Pocos meses después, el hijo del araucano era firmado por el ígnaro Goliath Valentino y según la propia Geraldine Jeremías, el pequeñín era raro, pues durante el día era blanco y al atardecer tornaba a cobrizo. Pero como no todo es perfecto, las envidiosas que malquerían a la Jeremías hicieron llegar a oídos de Goliath, el vil engaño a que había sido sometido. El pequeñín no era hijo suyo, si no Pepe Cortisona. La Jeremías no tuvo más remedio que aceptar el error y previo análisis de ADN, recurrir al verdadero padre del inocente, ante el escándalo que hicieron las chismosas, vientre seco y aguantadas del Imarpe. Chile y los chilenos siempre han sido referente para la mediocridad lorcha del científico imarpino.

    Pepe Imarpino

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